Todos fastidiados por no rodar, pero todos preparados para la temporada. Ese fue el sentimiento común de los pilotos después de que pasara algo tan raro como que lloviera en el desierto. Nadie dio una sola vuelta porque los focos provocan un reflejo peligroso y el reglamento lo prohíbe. Por eso, Bridgestone no llevó gomas de mojado. Así la pretemporada acabó abruptamente. Pese a todo, la conclusión, tras los ocho días de test, es clara: todo se ha apretado mucho. Márquez los ve más cerca.
Marc, el más constante y el rival a batir
Es el campeón, tiene la mejor moto y ha liderado la tabla cuatro de los ocho días. Sólo por eso debería ser el hombre a batir. Tras quedar poco contento con su Honda en Cheste, HRC se puso las pilas y le dio cuatro vías, en forma de monturas distintas a elegir. Escogió el camino y fue el mejor en el segundo test de Sepang. En Qatar ha plantado cara a las Ducati. Además, su confianza va a más. Soporta la presión de que todos le den como el favorito en el camino a su tercera corona seguida.
Lorenzo afina las mejoras de Yamaha
El Lorenzo más delgado desde 2008 se ha machacado en invierno para apretar desde el comienzo. Yamaha, al fin, llevó el cambio de marchas que permite reducir sin usar el embrague y eso les pone más cerca de Honda. Debería ser un paso adelante en la frenada, el punto débil de la M1. De paso, permitirá a sus pilotos llegar más descansados a los finales de carrera. Los resultados han reforzado sus sensaciones y su moral ha crecido notablemente. Ha encontrado leves problemas en Losail con la goma trasera en la entrada en curva, pero son subsanables.
Rossi no baja su nivel y no esconde que opta al décimo
Pasan los años -ya tiene 36-, pero Valentino no baja el nivel. Ha tenido días discretos de pretemporada y otros brillantes. Las mejoras de la Yamaha le permiten lanzarse a retar a Márquez y hablar de la opción del título. Desde 2011 ni se planteaba.
Pedrosa se acopla a su nuevo equipo poco a poco
Fiel a sí mismo, Pedrosa apenas ha hecho ruido. No ha liderado ningún día, pero realizó un gran simulacro de carrera en Sepang. Cambió a su jefe técnico Mike Leitner por Ramón Aurín y va ajustando piezas. Escogió el mismo camino de desarrollo que Marc.
Ducati ha venido para quedarse en cabeza
Ducati, o más bien Dall'Igna, su gurú, ha aprovechado las ventajas del reglamento Open para situarse cada vez más cerca de los dos gigantes japoneses. Incluso en Qatar mandaron con la GP15. Ellos dicen que no fue por la goma extrablanda, lo que los daría más crédito. "Ducati va fuerte, da miedo", dijo Lorenzo el domingo. "Si la carrera fuera mañana, Ducati podría ganar", refrendó Márquez. Eso sí, si vencen o logran podios, irán perdiendo privilegios. Lo lógico es que animen las carreras, salgan muy delante, pero no que opten al título.
Los 'satélites', como Pol, en una difícil tesitura
Los equipos satélites son los grandes perjudicados por el ascenso de Ducati. Así, Pol Espargaró, con Tech3 tiene reglamento de oficial, pero una moto, la de Lorenzo de 2014, que estará en desventaja en varios puntos: menos motores, más litros, no contar con la goma extrablanda... El de Granollers despuntó un día en Sepang, pero aún es algo irregular. Algo similar le pasa a Crutchlow en Honda.
'Spanish Suzuki' puede sorprender los sábados
Si hay algo claro con Suzuki es que le faltan potencia y kilómetros. Pero, al tener un neumático súper blando y dos pilotos con gran talento, pueden asomarse por las primeras filas en parrilla. Aleix Espargaró marca un desarrollo que va al alza. Maverick Viñales se ha adaptado rápido. Su gran calidad puede despuntar en alguna carrera.
Aprilia, el último de la fila, abonado al padecimiento
Viendo las distancias -entre 2,5 y tres segundos con la cabeza-, Aprilia tiene trabajo en su regreso a MotoGP. Bautista padecerá en un año con poco brillo a la vista y con un Melandri, con escasas ganas de estar ahí. Entre las Open, Barberá busca ser el mejor.
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